domingo, 16 de octubre de 2016

GERENCIA Y ADMINISTRACIÓN

ESCUELA DE LAS RELACIONES HUMANAS
Por Rafael García
     Esta escuela irrumpe en una realidad empresarial caracterizada por el análisis sistemático de las tareas como estrategia para la mejora de eficiencia laboral mediante el empleo de métodos rigorosos a los que debía subyugarse los trabajadores; donde la tecnología y la división específica del trabajo constituían la mayor responsabilidad de los directivos; en virtud de esta situación, surge la necesidad de evaluar el papel del ser humano dentro de las organizaciones teniendo en cuenta variables psicológicas como sus aspiraciones, motivaciones, integración social y relaciones con sus semejantes. Sus aportes se consolidan con los estudios realizados por Elton Mayo (1880-1949), en la planta de Western Electric ubicada en Hawthorne, en los cuales relacionó la productividad de los trabajadores con las condiciones ambientales, de higiene, iluminación, ruido entre otras, Así como también, las necesidades de integración social, cooperación e integración, perdidos por la aplicación de métodos de trabajo orientados a la mejora del individualismo.  
 
      Sus trabajos se inician con la depresión de finales de la década de los 20 del siglo pasado y genera cambios significativos en las prácticas gerenciales de la época que estaban inundadas de los aportes de la escuela científica aspecto que desató un conflicto social. Entre los temas a discutir estaba la necesidad de alinear los objetivos organizaciones con los objetivos personales de los trabajadores, como una forma de mejorar el bienestar social, entiendo este como el reconocimiento de las necesidades y derechos de las personas a disponer de condiciones adecuadas para cumplir sus funciones; esto influye en su comportamiento informal y su participación como parte de un grupo de trabajo. La teoría que plantea esta escuela, está dirigida a alcanzar el equilibrio económico y social de las organizaciones, por lo que se introduce la concepción de hombre social.   
 
   Para Elton Mayo la función social de la empresa se sustenta en el reconocimiento del hombre social, dicho concepto se establece mediante tres (3) premisas: la primera, Los trabajadores son seres sociales que poseen sentimientos, deseos, aspiraciones y temores, por lo tanto su actuación es resultado de factores motivacionales; segunda, los grupos en los cuales interactúan los individuos contribuyen significativamente en su motivación; y tercero, las reglas del grupo constituyen un dispositivo que regula el comportamiento de los trabajadores y controla su productividad. Los trabajadores no reaccionan como individuos aislados frente a la administración, a sus decisiones, normas, recompensas y castigos, sino como miembros de grupos sociales cuyas actitudes están influenciadas por códigos de conducta grupal.    
 
     Los primeros aportes que sembraron las bases teóricas de esta escuela se dieron a principios del siglo XX con los estudios sociológicos y psicológicos de Mary Parker Follet (1868-1933), en el ámbito empresarial; sus trabajos exponían una visión humanista en la cual la persona constituía un factor esencial para la empresa, su crecimiento estaba determinado por la calidad de las relaciones de interdependencia como miembro de un grupo en los cuales se ejerce un poder compartido. A su vez, Kurt Lewis (1890-1947), verificó que los individuos se resistirán a los cambios para no separarse de los parámetros establecidos dentro del grupo, por ello, la administración no puede tratar a las personas de forma individual obviando el poder del grupo de trabajo ya que estos establecen códigos de conducta colectivos. La convivencia y experiencias compartidas son una de las fuentes principales de satisfacción en el trabajo y se reflejan en la productividad.     
 
 
Las teorías desarrolladas bajo la escuela de las relaciones humanas constituyen un primer acercamiento importante de la administración al individuo como ser social; entendiendo que este no solo contribuye al desarrollo empresarial con su fuerza de trabajo; sino que es una fuente inagotable de inspiración y motivación; siempre que sean atendidas sus necesidades, aspiraciones y principios. Sin duda, la introducción de nuevas variables a la concepción administrativa como; la integración y el comportamiento social, la organización informal, las nuevas formas de recompensas y los aspectos emocionales e inconscientes de las personas; significó un cambio de paradigma que brindó una alternativa a la concepción puramente mecanicista la escuela clásica o científica.      

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