domingo, 18 de diciembre de 2016

GERENCIA Y ADMINISTRACIÓN

EMPRESAS, GOBIERNO Y SOCIEDAD: TRES PILARES SOBRE LOS QUE SE LEVANTA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
          Por: Rafael García
             La responsabilidad social empresarial constituye la estrategia de gestión mediante la cual la organización contemporánea garantiza la sostenibilidad financiera, social y ambiental en el tiempo, mediante la práctica de acciones que mejoran el comportamiento ético y las relaciones con la sociedad; representa una ruptura con los esquemas gerenciales de máximos rendimientos y la respuesta para garantizarle a las generaciones futuras el disfrute de las riquezas naturales del planeta. Pero esta función no puede cumplirse de forma aislada, es necesaria la incorporación de los gobiernos a través de sus funciones legislativas y contraloras, mediante el establecimiento del marco legal necesario para fomentar las prácticas responsables; pero que también cumplan. A su vez, debe existir una sociedad civil educada y organizada para exigir a los pilares anteriores el cumplimiento de la responsabilidad social empresarial; en este sentido, se propone mecanismos para que se activen estos tres pilares y se generen los beneficios que en materia de RSE generarían para el país.     
             El cumplimiento de la responsabilidad social empresarial descansa en tres pilares fundamentales las empresas, el gobierno y la sociedad; cada uno cumple una importante función sin la cual no es posible avanzar y en Venezuela se tienen grandes debilidades en cada uno de ellos. Sin ánimo de señalar un orden de importancia porque son esenciales como conjunto iniciaremos la discusión por las organizaciones; La RSE exige el cumplimiento de prácticas responsables que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de la población y el cuidado del medio ambiente pero esto es solo posible siempre que la empresa mantenga su sostenibilidad financiera; por ello, los directivos debe incorporar a su estrategia de negocios; en consecuencia, la práctica del buen gobierno favorece la construcción de una organización más humana que incorpore la formación y el respeto como valores fundamentales.    
             La ciudadanía corporativa constituye el esfuerzo de la gerencia por mejorar las condiciones laborales, de remuneración, capacitación e integración necesarias para el desarrollo del talento humano; por ello, la directiva empresarial debe materializar en hechos programas encaminados a encauzar las políticas en el reconocimiento de los derechos de los trabajadores no como obligación, sino como estrategia que estimule la motivación y participación activa de los trabajadores hacia el logro de los objetivos organizacionales. A su vez, como práctica responsable, los directivos deben comprometerse a la producción de bienes y servicios que generen beneficios reales a sus consumidores, ejemplos que pudieren materializar estos cambios sería: El uso de materia prima de calidad, que dichos insumos y derivados no generen contaminación al medioambiente; y cumplan con la satisfacción que promete por los medios publicitarios.    
             Es igualmente importante, para las organizaciones, la comunicación efectiva de sus programas de RSE; en este sentido, debe fomentarse la obligatoriedad de presentación de los informes de sostenibilidad ante las instancias gubernamentales y supranacionales que garanticen su incorporación plena a la práctica responsable; en correspondencia con lo anterior, seleccionar un medio de difusión con el cual comunicar a la colectividad los alcances y beneficios que genera; en este instante, es muy importante el diseño del mensaje. Una buena comunicación, esencial para crear lealtad entre los consumidores, quienes respaldaran con su demanda la actitud responsable de la organización pero también la castigaran cuando su comportamiento no este ajustado a las exigencias de responsabilidad necesarias en la actualidad.   
             Otro elemento que se espera cumplan las organizaciones, es el cuidado al medioambiente; en consecuencia se exige, el adecuado uso de los recursos mediante criterios de sustentabilidad; las prácticas responsables, incorporan el adecuado tratamiento a las aguar servidas, desperdicios, ahorro de energía, reciclaje o reutilización; es decir, mantener un balance adecuado con el cuidado y preservación del ambiente ya que las prácticas poco responsables son la causa primordial del efecto invernadero y el calentamiento global. Por último, deben las organizaciones respaldar el crecimiento de la sociedad mediante su aporte filantrópico o mediante la experiencia profesional de su talento humano para mejorar los múltiples problemas que enfrenta la población y las comunidades; esta contribución es esencial para incrementar la sostenibilidad social de la empresa.     
             El segundo pilar lo constituye el gobierno, como rector en la ejecución de las políticas y regulaciones públicas, debe esta figura generar la iniciativa para la formulación de leyes y reglamentos a través del poder legislativo con el cual se establezcan las directrices para el cumplimiento de la RSE en nuestro país- A su vez, mediante sus instancias supervisoras y contraloras ser vigilante que se cumplan. La función del gobierno es de suma importancia, ya que a través del poder que le confiere la constitución y las leyes puede crear las instancias sobre la cual funcione un estado responsable que predique con el ejemplo el cumplimiento de la ciudadanía corporativa, con la cual se beneficie la sociedad en general.  La mejora de la condición social de la población será resultado de la actuación responsable del gobierno en su exigencia de la ética empresarial.       
             Un gobierno responsable solicitará al poder legislativo la estructuración de regulaciones que mejoren las condiciones humanas, sociales y medioambientales de la organización privada pero también propiciará la creación de empresas del segundo y tercer sector, que basen su desarrollo el crecimiento del bienestar social. A su vez, creará las condiciones que favorezca el nacimiento de empresas del cuarto sector como medio para equilibrar el desarrollo fiscal como medio de sustento presupuestario y la sostenibilidad financiera que constituye la base para el crecimiento empresarial en largo plazo. Pero es fundamental, para un gobierno responsable, que dentro de sus instituciones se cumpla con las disposiciones, que en materia de RSE, se incorporen como parte del contrato social con la clase trabajadora y estos se sientan identificados con las acciones realizadas.      
            El tercer pilar lo conforma la sociedad con formación suficiente para exigir los cambios que promete la RSE para todos. Es necesario un ciudadano educado y socialmente sensible ante la realidad mundial especialmente en relación al tema de la sostenibilidad del planeta. Es la sociedad en conjunto quien debe propiciar los cambios necesarios cuando los representantes del gobierno se inclinen de lado del mejor postor, son los ciudadanos, con su acciones la fuerza que permita que se genere el nuevo contrato social con el cual garantizar la sostenibilidad financiera de las empresas; porque de su aprobación dependerá el comportamiento de la demanda de los productos y servicios que estas ofrecen. Es necesaria una sociedad activa que exija mejoras tanto a la organización como la gobierno; al primero, como parte de su función filantrópica y profesional; al segundo, con la creación de regulaciones que pretenden mejoras en los beneficios colectivos en el largo plazo.

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