EL CAPITAL DE TRABAJO; Instrumento de gestión empresarial
POR: RAFAEL GARCIA
Las directivos o emprendedores son responsables de la administración adecuada de los recursos con que disponen sus organizaciones para cumplir sus objetivos; uno de los recursos sobre los cuales se levanta la estructura empresarial son los financieros; éstos corresponden con la disponibilidad monetaria que garantiza la liquidez inmediata. Cuando nos centramos en el corto plazo, una entidad recibe ingresos a partir de la venta de productos y servicios, por otra parte, incurre en egresos por la compra materias primas y productos terminados, así como también, en la cobertura de gastos de personal, transporte, servicios, impuestos entre otros. Para garantizar la liquidez de un negocio es importante determinar la cantidad de dinero necesaria para financiar su funcionamiento mientras genera sus ingresos propios; a dicha cantidad se denomina capital de trabajo. Este término, también se relaciona con la disponibilidad de ingresos en forma periódica suficiente para cancelar los egresos o salidas en el mismo periodo.
En
términos contables el capital de trabajo tiene su base en los activos
circulantes; ya que en éstas cuentas se dispone del efectivo o lo se espera se
conviertan en efectivo en un lapso de tiempo muy corto; siendo esta la primera
garantía para la cobertura de los egresos, un segundo aspecto que garantiza la
liquidez es el presupuesto de caja. Una eficiente administración del capital de
trabajo considera necesario mantener una equilibrada cantidad de activos
circulantes; es decir, suficiente para cancelar los costos y gastos operativos sin
que su volumen pueda ocasionar altos costos de oportunidad por el dinero
inmovilizado.
Una
forma programada de administrar el capital de trabajo es aplicando una política
de manejo; en este caso se distinguen principalmente dos: Una política relajada
o conservadora con la cual se intenta mantener una considerable cantidad de
dinero en la forma de activos circulantes mayormente financiado por pasivos de
largo plazo; en estos casos se tiene menores riesgos de insolvencia pero se
esperaran menores utilidades. Una segunda política, se le conoce con el nombre
de Liberal, el activo circulante se financia con el pasivo circulante teniendo
disponible solo cantidades necesarias para hacer frente a los desembolsos
comprometidos; es una política de la que se espera mejores utilidades pero
asumiendo mayores riesgos.
La operacionalización de una política de
administración del capital de trabajo incluye la sistematización del manejo de
sus componentes fundamentales, como lo son: La gestión del efectivo, cuentas a
cobrar y los inventarios. La gestión del efectivo, considera
la cantidad de activos monetarios disponibles para la cobertura de las operaciones
en un determinado lapso de tiempo, la misma dependerá de factores internos a la
organización, atribuidos a compromisos de pagos y la recuperación de las
ventas; así como de factores externos, como la disponibilidad de crédito en el
mercado. Por otra parte, la gestión de cuentas a cobrar
evalúa en forma continua las modalidades de crédito y forma de recuperación del
mismo, considerando que no afecte la intensión de compra de sus clientes. Por último,
la
gestión de inventarios conlleva un análisis detallado del
comportamiento de la demanda, unido a los costos inherentes al mantenimiento de
los productos físicos (materia prima o productos terminados) y los que generan
su eventual escasez, en los casos que el cliente no los pueda adquirir.
Es
fundamental para toda organización administrar eficientemente el capital de
trabajo, lo cual se traduce en disponer de niveles óptimos de efectivo, cuentas
a cobrar e inventarios; si bien, la sistematización de su manejo obedece a
criterios diferentes deben establecerse mecanismos que compartan la información
que se genera de cada uno. A través de éste procedimiento es posible realizar
una evaluación integral que conlleve a establecer políticas de funcionamiento combinado
con la finalidad de mejorar los resultados financieros, en especial, los que
produzcan la mayor liquidez.