LOS 5 EJES DE LAS FINANZAS PERSONALES (II Parte)
Por: Rafael Antonio García G.
Los
constructos ingresos, egresos, ahorros, inversión y crédito(financiamiento)
constituyen, a juicio del autor, los cimientos fundacionales de los saberes en
finanzas personales; por ello, es imprescindible la comprensión teorética de
sus elementos constitutivos de manera que los ciudadanos puedan tomar
decisiones razonadas al momento de emplear su dinero; con la aprehensión que
subyace en un pensamiento socialmente comprometido. Esta cosmovisión encaminada
a la creación de cultura financiera
en la población, se direcciona a partir de empoderar a las personas de capacidades
y habilidades acordes con la expansión de las operaciones financieras que son características
de la actualidad; a través de la educación financiera personal incorporada al
diseño curricular del sistema educativo formal, el cual debe implementarse
ajustado al desarrollo cognitivo de la persona como parte de las responsabilidades
del estado, que se justifica como medida para reducir problemas sociales
asociados al analfabetismo financiero, como lo son: la pobreza y desigualdad (Mejías,
2021). En la primera parte del presente post, reflexionamos acerca de los
constructos ingresos y egresos; del cual podemos concretar dos elementos
concluyentes; en cuanto a los ingresos, es prioritario implementar estrategias
que conduzca a diversificar sus fuentes como condición óptima para alcanzar la
anhelada libertad financiera, así como también, minimizar los riesgos inherentes
a la dependencia de un ingreso único. Por otra parte, los egresos deben
administrarse bajo un control riguroso, ajustando la cantidad a la
disponibilidad de ingresos, dejando abierta la posibilidad de utilizar el
crédito o financiamiento.
El
ahorros es el arte de la sobriedad, una forma de vencer al ego; podemos
definirlo como la cantidad de ingresos que decidimos no gastar, reservando
durante cierto tiempo un monto fijo de dinero hasta concretar los recursos
futuribles necesarios para emprender una inversión; es además, un producto de
la planificación financiera que se establece para un fin específico, como
pueden ser: viajes, educación propia o del grupo familiar, compras de activos,
mejoras entre otros. La decisión de ahorrar es personal, significando un firme compromiso
con el futuro; su práctica fortalece los valores de disciplina y organización, además,
aumenta nuestra paz emocional. La cantidad
óptima dependerá de los objetivos propuesto pero mi recomendación es fijar un
porcentaje máximo del 10% de los ingreso; esto se concreta a través de la
estrategia financiera de descontar el monto destinado al ahorro antes de
realizar cualquier cancelación. La actividad exige administrar eficientemente
los egresos; condición que se alcanza cuando logramos definir, claramente, las
partidas o conceptos de salidas; así como también, las cantidades estimadas
para cada una; implicando, con esto, un plano dominio sobre su manejo.
El
cuarto constructo es la inversión, en contextos de finanzas personales lo
definiremos como el dinero que el ciudadano destina para la adquisición de bienes,
servicio y activos; así como, en la formación de competencias, generalmente, se
relaciona con una cifra específica que se obtiene de dos fuentes principales,
el ahorro y el crédito o financiamiento. Desde una perspectiva emergente,
podemos distinguir tres (3) modalidades; la primera, se denomina inversión
en el hogar; incluye los bienes y servicios no transables(al menos en el
corto plazo), necesarios para satisfacer los requerimientos del grupo familiar;
su cuantía se ajusta a los criterios socio-culturales que mantienen sus miembros. Denominamos
inversión para desarrollo de
competencias, aquella que procura la consolidación de procesos educativos,
deportivos-recreativos, intelectuales entre otros; su finalidad es el
desarrollo integral (físico, mental, social y ecológico) de la persona como
parte de una comunidad con visión global, desde la cual, ejercer una posición y
cumple responsabilidades (Morin, 2007). La tercera modalidad, se concibe con el
objetivo de generar un flujo de ingresos regulares; es llamada inversión productiva, comprende el conjunto
de activos circulantes y fijos remunerados en la forma de salario, interés y rendimiento;
este tipo de inversión, representa el mayor peso dentro de la estructura
económica de la sociedad contemporánea. El crecimiento financiero solo es posible
realizando inversiones de forma continua, la prioridad la determina el
ciudadano atendiendo a su planificación personal.
Concluimos
con el crédito o financiamiento, este importante constructo constituye,
conjuntamente con el ahorro, el motor de impulso de la economía doméstica; a
través del financiamiento ha sido posible el desarrollo
científico-tecnológico de la sociedad; ya
que cada nueva invención ha estado respaldada con el aporte monetario de un tercero,
sustento imprescindible para convertirla en realidad. Concebimos al crédito o
financiamiento como la cantidad de dinero que recibe una persona(deudor) bajo
relación contractual a cambio de un pago regular(intereses) con la
responsabilidad de devolverla en un tiempo definido; expresa García (2020) “El
crédito posibilita al deudor disponer de efectivo, para realizar inversiones o
adquirir bienes, que en ese momento no lo tiene o desea emplearlos a cambio de
cancelar un interés por su uso; este interés se constituye en un gasto por el
uso del dinero y está relacionado con una tasa porcentual”(p.35). Acceder al
financiamiento dependerá de la oferta que realicen las instituciones
intermediarias(bancos); así como, de sus políticas para atender a sectores
determinados, por lo que se considera un factor no controlado por el ciudadano.
Referencias
García R. (2020). Estrategias
para el desarrollo de competencias financieras personales. Trabajo de
investigación no publicado. Universidad Nacional
Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), Barinas. 115
pp.
Mejías D. (2021). ¿Cómo está la inclusión y educación financiera América Latina?.
Visiones. Banco de Desarrollo de América Latina. Disponible: https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/05/como-estan-la-inclusion-y-educacion-financiera-en-america-latina/. [Consulta: 2022,
abril 20].
Morin E. (2007). Hacia el abismo. Globalización en el siglo XXI. (1ra edición).
Ediciones Paidos. Barcelona, España. Pp. 194.