viernes, 29 de abril de 2022

FINANZAS PERSONALES

 LOS 5 EJES DE LAS FINANZAS PERSONALES (II Parte)

Por: Rafael Antonio García G.

Los constructos ingresos, egresos, ahorros, inversión y crédito(financiamiento) constituyen, a juicio del autor, los cimientos fundacionales de los saberes en finanzas personales; por ello, es imprescindible la comprensión teorética de sus elementos constitutivos de manera que los ciudadanos puedan tomar decisiones razonadas al momento de emplear su dinero; con la aprehensión que subyace en un pensamiento socialmente comprometido. Esta cosmovisión encaminada a la creación de cultura financiera en la población, se direcciona a partir de empoderar a las personas de capacidades y habilidades acordes con la expansión de las operaciones financieras que son características de la actualidad; a través de la educación financiera personal incorporada al diseño curricular del sistema educativo formal, el cual debe implementarse ajustado al desarrollo cognitivo de la persona como parte de las responsabilidades del estado, que se justifica como medida para reducir problemas sociales asociados al analfabetismo financiero, como lo son: la pobreza y desigualdad (Mejías, 2021). En la primera parte del presente post, reflexionamos acerca de los constructos ingresos y egresos; del cual podemos concretar dos elementos concluyentes; en cuanto a los ingresos, es prioritario implementar estrategias que conduzca a diversificar sus fuentes como condición óptima para alcanzar la anhelada libertad financiera, así como también, minimizar los riesgos inherentes a la dependencia de un ingreso único. Por otra parte, los egresos deben administrarse bajo un control riguroso, ajustando la cantidad a la disponibilidad de ingresos, dejando abierta la posibilidad de utilizar el crédito o financiamiento.                           

El ahorros es el arte de la sobriedad, una forma de vencer al ego; podemos definirlo como la cantidad de ingresos que decidimos no gastar, reservando durante cierto tiempo un monto fijo de dinero hasta concretar los recursos futuribles necesarios para emprender una inversión; es además, un producto de la planificación financiera que se establece para un fin específico, como pueden ser: viajes, educación propia o del grupo familiar, compras de activos, mejoras entre otros. La decisión de ahorrar es personal, significando un firme compromiso con el futuro; su práctica fortalece los valores de disciplina y organización, además,  aumenta nuestra paz emocional. La cantidad óptima dependerá de los objetivos propuesto pero mi recomendación es fijar un porcentaje máximo del 10% de los ingreso; esto se concreta a través de la estrategia financiera de descontar el monto destinado al ahorro antes de realizar cualquier cancelación. La actividad exige administrar eficientemente los egresos; condición que se alcanza cuando logramos definir, claramente, las partidas o conceptos de salidas; así como también, las cantidades estimadas para cada una; implicando, con esto, un plano dominio sobre su manejo.

El cuarto constructo es la inversión, en contextos de finanzas personales lo definiremos como el dinero que el ciudadano destina para la adquisición de bienes, servicio y activos; así como, en la formación de competencias, generalmente, se relaciona con una cifra específica que se obtiene de dos fuentes principales, el ahorro y el crédito o financiamiento. Desde una perspectiva emergente, podemos distinguir tres (3) modalidades; la primera, se  denomina inversión en el hogar; incluye los bienes y servicios no transables(al menos en el corto plazo), necesarios para satisfacer los requerimientos del grupo familiar; su cuantía se ajusta a los criterios socio-culturales que mantienen sus miembros. Denominamos inversión para desarrollo de competencias, aquella que procura la consolidación de procesos educativos, deportivos-recreativos, intelectuales entre otros; su finalidad es el desarrollo integral (físico, mental, social y ecológico) de la persona como parte de una comunidad con visión global, desde la cual, ejercer una posición y cumple responsabilidades (Morin, 2007). La tercera modalidad, se concibe con el objetivo de generar un flujo de ingresos regulares; es llamada inversión productiva, comprende el conjunto de activos circulantes y fijos remunerados en la forma de salario, interés y rendimiento; este tipo de inversión, representa el mayor peso dentro de la estructura económica de la sociedad contemporánea. El crecimiento financiero solo es posible realizando inversiones de forma continua, la prioridad la determina el ciudadano atendiendo a su planificación personal.          

Concluimos con el crédito o financiamiento, este importante constructo constituye, conjuntamente con el ahorro, el motor de impulso de la economía doméstica; a través del financiamiento ha sido posible el desarrollo científico-tecnológico  de la sociedad; ya que cada nueva invención ha estado respaldada con el aporte monetario de un tercero, sustento imprescindible para convertirla en realidad. Concebimos al crédito o financiamiento como la cantidad de dinero que recibe una persona(deudor) bajo relación contractual a cambio de un pago regular(intereses) con la responsabilidad de devolverla en un tiempo definido; expresa García (2020) “El crédito posibilita al deudor disponer de efectivo, para realizar inversiones o adquirir bienes, que en ese momento no lo tiene o desea emplearlos a cambio de cancelar un interés por su uso; este interés se constituye en un gasto por el uso del dinero y está relacionado con una tasa porcentual”(p.35). Acceder al financiamiento dependerá de la oferta que realicen las instituciones intermediarias(bancos); así como, de sus políticas para atender a sectores determinados, por lo que se considera un factor no controlado por el ciudadano.

Referencias

García R. (2020). Estrategias para el desarrollo de competencias financieras personales. Trabajo de investigación no publicado.  Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), Barinas. 115 pp.

 

Mejías D. (2021). ¿Cómo está la inclusión y educación financiera América Latina?. Visiones. Banco de Desarrollo de América Latina. Disponible: https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/05/como-estan-la-inclusion-y-educacion-financiera-en-america-latina/. [Consulta: 2022, abril 20].

 

Morin E. (2007). Hacia el abismo. Globalización en el siglo XXI. (1ra edición). Ediciones Paidos. Barcelona, España. Pp. 194.

viernes, 18 de marzo de 2022

FINANZAS PERSONALES

 LOS 5 EJES DE LAS FINANZAS PERSONALES (I Parte)

Por: Rafael Antonio García G.

La presente reflexión constituye un nuevo aporte teorético en la misión por mejorar la cultura financiera personal de quienes gentilmente se han tomado la tarea de seguir mis planteamientos en relación al tema; las contribuciones se estructuran desde un pensamiento crítico subyacente en posturas emergentes, contrastante de los supuestos planteados en textos especializado; así como, de la experiencia del autor; cuya intensión, se direcciona a reorientar nuestras relaciones con el dinero en el contexto de la postmodenidad. Nos impulsa la voluntad de conocer como motivación intrínseca; además, contribuir a enriquecer el espiral de conocimientos de esta disciplina particular a través de la socialización y discusión de los hallazgos con la comunidad académica interesada desde la intersubjetividad y emerger nuevas propuestas que inviten a generar sinergias para la resignificación de los saberes. Esta reflexión personal se edifica desde lo que he llamado: los 5 ejes de las finanzas personales, que recogen los constructos básicos, a conocer, para lograr asumir responsablemente la administración del dinero; aspecto de cuidado por sus efectos en la esfera persona, familiar e incluso social. Estos ejes definen los sustratos articuladores de las finanzas personales a fin de accionar los criterios comportamentales para la toma decisiones que transciendan nuestra acomodada y natural cotidianidad, para así, develar significaciones que puedan direccionar nuestra forma de pensar y actuar de forma socialmente comprometida.

El presente ejercicio académico vivifica la experiencia de las finanzas personales; en consecuencia, planteo que dichos ejes se componen de 5 (cinco) constructos denominados: ingresos, egresos, ahorros, inversión y crédito. Cada uno con imbricaciones y dimensionalidades complejas que se integran y relacionan secuencialmente mediante movimientos ordenados y contributivos de esta forma particular de saberes. El desarrollo de los temas se presenta desde la definición particular de cada acepción hasta el establecimiento de las relaciones directas e indirectas entre los mismos. En orden iniciaremos con los ingresos; señala García (2020), se definen como “el flujo de entradas de dinero que la persona recibe en un lapso de tiempo determinado; incluye sueldos, salarios, bonificaciones o cualquier otra contribución recibida; en general, los ingresos están ligados al ejercicio profesional, la capacitación o la dedicación de una persona a una actividad remunerada, pero también incluye, las entradas de dinero producto de inversiones pasivas”(p.34). La cantidad determina la capacidad adquisitiva del ciudadano y le fija límites de pago antes tomar la decisión de recurrir al financiamiento. A su vez, configura el escenario para la práctica del ahorro y la planificación de inversiones. Es fundamental, dentro de proceso de formación financiera personal, definir estrategias para diversificar los ingresos como condición necesaria para el crecimiento, la independencia y libertad financiera.  

Por su parte, los egresos constituyen las salidas o desembolsos de dinero mediante los cuales se cubren las necesidades de la persona y su grupo familiar. La cobertura atiende a un orden que abarca desde la cancelación de productos alimenticios y la seguridad, hasta aquellas relacionadas con la formación, capacitación y profesionalización; es decir, un sin número de opciones que crean la responsabilidad personal por mantener su control riguroso a través del diseño de instrumentos de vigilancia permanente manteniendo, siempre, la previsión ante gastos inesperados. Mantener el control de la relación ingresos-egresos a través de la elaboración de un presupuesto facilita la correcta administración del dinero; cuando se diseñan en función de objetivos previamente fijados con la suficiente flexibilidad que permita modificar las estrategias y el tiempo para alcanzarlos pero no la concreción de los mismos. Al enfrentar escenarios financieros adversos se debe elaborar un presupuesto de egresos equilibrado con los ingresos (esperados); teniendo que eliminar o reducir los desembolsos que no se ajusten a la disponibilidad financiera de cada período; dejando las opciones de financiamiento a la cobertura de gastos imprevistos. A manera de conclusión para cerrar la primera parte del tema, se recomienda la formación de competencias financieras, que empoderen al ciudadano de actitudes positivas ante el manejo del dinero como instrumento para la práctica de valores sociales tradicionales como la reciprocidad, cooperación y austeridad; con la finalidad de evitar los riesgos de una sociedad altamente influenciada por el consumo y el gasto” (García ,2020).

                                                          Referencias

García R. (2020). Estrategias para el desarrollo de competencias financieras personales. Trabajo de investigación no publicado.  Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), Barinas. 115 pp                

lunes, 14 de febrero de 2022

GERENCIA Y ADMINISTRACIÓN

 RESIGNIFICACIÓN GERENCIAL DESDE EL PENSAMIENTO COMPLEJO

Por: Rafael Antonio García G.

 Las organizaciones empresariales son formas complejas de asociación humana diseñadas para fines específicos, que se valen de la interpretación de sus acciones pasadas y presentes para diseñar un futuro deseado mediante la elaboración de constructos que sustenten las estrategias compartidas por sus miembros en los distintos niveles jerárquicos. Para ello, recurren a la continua construcción y deconstrucción de sus estructuras con bases en la dinámica de la realidad del mercado. La emergencia de los nuevos tiempos evidencia la aplicación de una epistemología empresarial que se moldea a la par de la transfiguración de la realidad global; su producto es un sistema organizativo más productivo, eficiente y pertinente a la realidad social vigente. Las organizaciones transitan por un cosmos de cambios profundos que se desarrollan externa e internamente; por una parte la globalización, los adelantos tecnológicos y el cuidado del ambiente imponen nuevas condiciones y modos de interacción; también, la pandemia del COVID-19 estremece al mundo con oleadas de contagios y muerte que obligan a la innovación y la creatividad gerencial. Repensar la organización es la oportunidad de los gerentes para mirar con detenimiento la realidad emergente, como estrategia para generar rupturas, y heurísticamente, trascender lo conocido; esto solo es posible con la práctica de un pensamiento complejo con enfoque transdisciplinar que viaje libre hacia horizontes de resignificación conceptual, social y vivencial; mediante la formación de una cosmovisión inclusiva e integradora sustanciada en el reconocimiento del valor del talento humano, un nivel de rentabilidad pertinente la función social empresarial y el respeto al ambiente; para su preservación y disfrute, por parte de generaciones futuras.

 La complejidad es una forma de concebir la relación entre el hombre y la realidad de forma distinta a la concepción reduccionista donde el individuo cognoscentes establece una relación desde una perspectiva dialógica. El término complejo lo emplea Morin (1995) a partir de la expresión latina complexus que significa todo aquello tejido en conjunto; por lo que se refiere a una forma de pensamiento capaz de relacionar las partes de un todo; conforma una cosmovisión en la que se integran lo cognitivo y valorativo del saber en una dinámica no lineal de los sistemas concretos. Ciertamente su expresión despierta una diversidad y polisemia de términos pero que en esencia confluyen hacia la praxis reflexiva del sujeto y las construcciones teórico-conceptuales para dar sentido a la realidad, comprenderla y transformarla (Villegas, 2004); en este sentido es convincente hablar de un laberinto de complejidades en los asuntos sociales, económicos, políticos culturales, entre otros de la sociedad; del cual las organizaciones forman parte como medio de concreción de los fines de las personas. Gestionar la complejidad implica estar abierto a la práctica de un liderazgo participativo que involucre las opiniones del personal, clientes, colaboradores, el ambiente, el gobierno; es decir, todos  los grupos de interés (stakeholder). Internamente se necesita involucrar a las personas con la intensión de generar un mayor compromiso; ya que la correcta coordinación de sus talentos facilitan la consecución de los fines propuestos; este objetivo se logra siempre que los gerentes puedan compartir su autoridad y distribuir su liderazgo a toda la organización. Los gerentes se enfrentan a una realidad compleja ya que su medio de trabajo es cada vez más ambiguo, incierto y riesgoso; su constante es un cambio permanente; su función más importante es obtener resultados organizativos mediante el compromiso emocional del talento humano. 

 La resignificación gerencial es impostergable, expresa Méndez (2021), en un mundo caótico signado por una pandemia que asola la humanidad y conmueve diversos estamentos; se concibe a partir del reordenamiento de la esfera vivencial que requiere un pensamiento novedoso, integrador y complejo con relevancia social; que propicie el diálogo y la ética como medios para articular lo que hasta ahora está desunido con la finalidad conocer la realidad organizacional en toda su dimensionalidad actuando sobre ella desde otras posturas. En su praxis, los gerentes, se inspiran en postulados teóricos que comulgan con el paradigma por el que transitan, lo cual se evidencia en sus discursos, excursos y acciones. Los nuevos tiempos, invitan a reorientar sus praxis para transcender en la coexistencia paradigmática mediante la construcción de saberes que integren la relación objetividad-subjetividad; pues de esa forma el sistema humano se relaciona y aprende de su propia capacidad productiva. Se impone una nueva propuesta que permita la relación dialógica entre el sujeto y la realidad que lo envuelve; se abre paso a la incertidumbre y a nuevos significados desde una lógica multivariada; con ésta  cosmovisión, se pretende volver a la comprensión del ser humano. La resignificación conlleva la praxis de movilidad del gerente ante la incertidumbre para crear nuevas formas de interacción social dentro de sus organizaciones de manera de formular disquisiciones sobre la forma de realizar su labor que connota la complejidad de pensar la realidad; asimismo, apreciar comprensiblemente el aprendizaje organizacional que subyace en el accionar gerencial con sus múltiples posibilidades para construir y reconstruir la entidad desde la carga semántica que le proporciona la palabra y su desempeño ético.

 

Referencias

Méndez A. (2021). Resignificación ética desde las economías emergentes. Visionando la gerencia azul. Revista de investigación y desarrollo científico universidad de Yacambú. Disponible: https://revista.uny.edu.ve/ojs/index.php/honoris-causa/article/view/54.  [Consulta: 2022, diciembre 12].   

Morin E. (1995). Introducción al Pensamiento Complejo. Disponible: http://cursoenlineasincostoedgarmorin.org/images/descargables/Morin_Introduccion_al_pensamiento_complejo.pdf. [Consulta: 2022, febrero 12].

Villegas C. (2015). Investigación. Una visión transcompleja. Universidad Bicentenaria de Aragua. Diálogos del postdoctorado. Vol 1 Nº 7. Mayo. Disponible: http://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/viewer.html?pdfurl=http%3A%2F%2Fuba.edu.ve%2Fwp-content%2Fuploads%2F2021%2F02%2F7.-DP-V1-N7-2015.-INVESTIGACI%25C3%2593N.-UNA-VISI%25C3%2593N-TRANSCOMPLEJA-1.pdf&chunk=true. [Consulta: 2022, febrero 12].

martes, 26 de octubre de 2021

FINANZAS PERSONALES

 TODOS DEBEMOS ELABORAR UN PRESUPUESTO FINANCIERO PERSONAL

Por: Rafael Antonio García G.

La administración eficiente de nuestro dinero es una responsabilidad individual que no podemos evadir, aun en los casos, que un tercero asuma esa función. Es fundamental mantener el control, empleando mecanismos de información que faciliten el seguimiento tanto de los ingresos o entradas como de los egresos o desembolsos; esta práctica establece, firmemente, el compromiso con el futuro desde las perspectivas personal y familiar; confiando en nuestras capacidades para el desarrollo de la mejor calidad de vida. Teniendo en cuenta lo señalado, quiero iniciar una secuencia de post en los cuales explicaré los beneficios de los principales instrumentos financieros que son necesarios para iniciarnos en la administración eficiente del dinero; para de esa forma, ampliar nuestra educación financiera personal, parte esencial de la educación integral que todos requerimos. Comenzaré disertando acerca de un mecanismo de planificación y control financiero denominado presupuesto financiero personal como primer paso en el desarrollo de conocimientos y capacidades financieras; este instrumento puede definirse como una estructura que permite proyectar o estimar la cantidad de ingresos y egresos para un lapso de tiempo prospectivo con la finalidad de determinar el nivel de cobertura de las necesidades establecidas para un grupo familiar (o persona) como indispensables para su normal crecimiento. También, puede servir como estrategia para alcanzar objetivos específicos como la adquisición de bienes, la realización de un viaje, ahorrar, la educación de los hijos, entre otros.

Los planteamientos de esta primera exposición intentan explicar la importancia de la elaboración del presupuesto financiero personal, una vez, asumida la responsabilidad de las finanzas personales; entendiendo que es un proceso de aprendizaje continuo cuyo objetivo es empoderar a los ciudadanos de las capacidades financieras necesarias para su crecimiento personal y cuya labor todos  debemos emprender, creando un movimiento sinérgico que trascienden desde la economía del grupo familiar hasta la cultura de la sociedad. El presupuesto financiero personal funciona de forma similar que el presupuesto de caja o cash flow, muy utilizado a nivel empresarial como medio de planificación de liquidez. En ambos casos, se estructura un plan financiero que registra por separado los ingresos esperados y los egresos a cancelar para un lapso de tiempo (por lo general un mes, trimestre, semestre, año); permitiendo, con anterioridad a su ocurrencia, definir la cantidad de dinero disponible y los compromisos que son necesarios cubrir para el desarrollo de nuestras actividades cotidianas; es decir, lo que se espera gastar en alimentos, servicios, entretenimiento, formación entre otros.

Para la elaboración de un presupuesto financiero personal es imprescindible tener conocimientos contables básicos; que orienten la labor de ordenamiento y clasificación de las cuentas atendiendo a ciertos principios que rigen la racionalidad de las operaciones dentro de la disciplina. Aunque, son muchos los que se atreven a mostrar modelos de presupuestos financieros personales, en mi opinión, es necesaria la mentoría personalizada que convierta, dicha labor, en una experiencia educativa enriquecedora; cuya práctica periódica permita la retroalimentación y no se pierda la motivación de su realización cuando surjan dificultades. En consecuencia, la labor presupuestaria operacionaliza los objetivos financieros personales, un requisito adicional que justifica el acompañamiento, dichos objetivos son únicos y exclusivos para cada persona por lo que se deben establecer estrategias encaminadas a cumplirlos teniendo en cuenta la realidad particular.

El presupuesto financiero personal debe realizarse de forma ininterrumpida a lo largo de tiempo para alcanzar dos grandes objetivos. El primero, atiende a la definición de las cuentas de ingresos y gastos, así como su ordenamiento; como se señaló con anterioridad, para cada persona son únicos. Sólo con la práctica constante de la función presupuestaria es posible identificar la totalidad de las cuentas que podemos utilizar, especialmente, en el reglón de gastos que serán siempre más variados llegando a identificarse aquellos que se tiene para cierto tiempo como sucede con los gastos navideños; conociendo con claridad la estructura de los gastos se pueden eliminar aquellos que se consideren innecesarios. El segundo objetivo, guarda relación con valores como la disciplina y responsabilidad para el cumplimiento de lo establecido en el presupuesto; ya que es necesario utilizarlo como una guía de actuación que debe orientar la dirección en el uso del dinero estableciendo parámetros de movilidad con fines preestablecidos pero con la flexibilidad suficiente para que no se convierta en una camisa de fuerza que obstaculice el crecimiento financiero personal.

Son variados los aprendizajes que logramos a partir de la continua elaboración de un presupuesto financiero personal, entre los más significativos podemos mencionar:

1.  Reconocer el valor de la educación financiera como proceso de formación de aprendizajes para la administración eficiente del dinero, entiendo que dicho recurso es un medio indispensable para nuestro desarrollo personal, teniendo en cuenta su necesidad para actividades esenciales como lo son: el cuidado de la salud, la adquisición de bienes, la educación personal y del grupo familiar, entre otros.

2.  La importancia de la planificación personal, especialmente, la relacionada con la generación y uso del dinero, a  partir de los objetivos y metas que fijemos para el desarrollo de nuestras vidas.

3.  La definición y práctica de valores personales que nos enriquezcan  como seres humanos, contribuyendo con el desarrollo de la sociedad; en este sentido, los valores como la superación, disciplina, responsabilidad, autonomía, solidaridad entre otros son fundamentales.   

4.  Conocer nuestros comportamientos en el uso del dinero; esto es significativo, ya que con regularidad asumimos distintas posturas ante situaciones relacionas con la disponibilidad de liquidez. Por lo general, somos impulsivos para las compras, derrochadores en condiciones de abundancia de dinero, inventamos excusas para no ahorrar, austeros para la inversión entre otros casos.        

      Los planteamientos realizados intentan sensibilizar acerca de la importancia de la práctica del presupuesto financiero personal; en este sentido, considero necesario realizar mi aporte para a la elaboración de un plan financiero de esta naturaleza, por ello, para el próximo post expondré a partir del uso de una hoja del cálculo Excel un presupuesto personal donde se consideran los conceptos contables desde el ámbito de las finanzas personales con la finalidad de los interesados puedan utilizarlo pero más importante adaptarlo a su realidad financiera particular; a la cual puedo ayudar en condición de mentor si tiene el agrado de contactarme. 

miércoles, 6 de octubre de 2021

DESCARGAS

 

 LIBROS EN DIGITAL PARA DESCARGAR

    El presente apartado es una oferta de libros en digital que cualquier interesado que revise el presente blogs pueda descargar sin costo alguno. Estas obras, las he obtenido desde la web en el desarrollo de mis actividades académicas y profesionales; me han sido de mucha utilidad y espero que también pueda serlo para cualquier otra persona que necesite su consulta. Los interesados sólo deben activar la palabra descargar.  

Área de conocimientos: Política y Sociedad

AUTOR(ES)

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Elizabeth Kolbert

La sexta extinción. Una historia nada natural

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Steven Levitsky y Daniel Ziblatt

Cómo mueren las democracias

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Yuval Noah Harari

De animales a dioses

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Área de conocimientos: Desarrollo Personal

AUTOR(ES)

OBRA

ARCHIVO

Frankl Viktor

El Hombre en Busca de Sentido

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Howard Garner

Teoría de las Inteligencias Múltiples

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María Rojas Estapé

¿Cómo Hacer que te Pasen Cosas Buenas?

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Robin Sharma

El Monje que Vendió su Ferrari

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lunes, 5 de julio de 2021

FINANZAS PERSONALES

 LA NUEVA VISIÓN DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA EN EL CONTEXTO DE UNA ECONOMÍA DIGITAL

Por Rafael Antonio García G.

        Desde la perspectiva personal, hoy más que antes, son mayores las responsabilidades de los ciudadanos en la toma de decisiones relacionadas con el uso de su dinero, teniendo en cuenta que los recursos financieros son esenciales para mejorar su calidad de vida; cumplir satisfactoriamente con actividades como la compra de alimentos y servicio, la adquisición de una casa o vehículo, disponer para disfrutar unas vacaciones, la cobertura de gastos médicos, crear un fondo para el emprendimiento o el retiro de la actividad laboral; solo por nombrar algunas, dependen de la correcta administración de los ingresos; dicho aprendizaje sólo se obtiene a través de procesos de educación financiera personal. Este tema lo tratamos en un post anterior, pero quiero en esta oportunidad ampliar las argumentaciones ya que es fundamental administrar eficientemente las finanzas personales por sus implicaciones a nivel individual, familiar, psicológico, conductual y social; incluso se ha considerado determinante en el comportamiento de la economía mundial. Definiremos educación financiera, tomando la publicada por la Organización para la Cooperación Económica (citado en López, 2021) en sus recomendaciones para el año 2020, que señala: “es la combinación de conciencia, conocimientos, competencias, actitudes y comportamientos necesarios para adoptar buenas decisiones financieras y, en último término, alcanzar el bienestar financiero individual”; aspecto que luego resumen Rhybe y Kelly (citado en Cárdenas y col., 2020) señalando que constituyen el conjunto de capacidades financieras necesarias para tomas buenas decisiones y alcanzar el bienestar financiero.

        En opinión de Mejías (2021), “una ciudadanía mejor educada en temas económicos y financieros no solo puede contribuir al mejor funcionamiento de la economía, sino también a que las políticas públicas sean más efectivas. Al empoderar a las personas para que tomen decisiones más informadas, se incrementa la probabilidad de que dichas decisiones sean mejores”; además, permite a los ciudadanos la comprensión y uso de la terminología especializadas, la realización de cálculos esenciales para sus principales operaciones, el manejo de información para contratar productos y servicios financieros; así como también, evaluar detalladamente las necesidades de compra para minimizar sus efectos compulsivos. La educación financiera es un catalizador que mejora la inclusión financiera por lo que se aminoran sus efectos sobre indicadores como la pobreza y la expansión de las operaciones financieras internas; teniendo ambos factores incidencias en la desigualdad social y la estabilidad económica. Los procesos de educación financiera introducidos en cada etapa de desarrollo cognitivo de las personas coadyuva a la formación de ciudadanos con mayor bienestar financiero; así como de los consecuentes beneficios en la salud física, emocional y social.  

        El advenimiento de la economía digital caracterizada por progresos continuos en las tecnologías de información y comunicación (TICs); así como los avances en inteligencia artificial y la internet de las cosas ofrecen nuevos retos a los procesos de educación financiera; asimismo, las tecnologías disruptivas: mejoran las oportunidades para la interacción entre cliente-instituciones, aumentan las  operaciones financieras a través de distintos dispositivos, favorecen la inclusión de la población, se crean nuevos negocios y emprendimientos, aumenta el acceso a la información entre otras ventajas. En opinión de la Comisión Económica para la América Latina (2013), la economía digital es “un facilitador cuyo desarrollo y despliegue se produce en un ecosistema caracterizado por la creciente y acelerada convergencia entre diversas tecnologías, que se concreta en redes de comunicación (redes y servicios, redes fijas-móviles), equipos de hardware (móviles multimedia 3G y 4G), servicios de procesamiento (computación en la nube) y tecnologías web (Web 2.0)”. Por su parte, Bukht y Heeks (citado en ONU, 2019), expresan que la economía digital “es parte de la producción económica deriva exclusiva y primordialmente de las tecnología digitales con un modelo de negocios basados en bienes o servicios digitales”. El término se atribuye a Don Taspcott quien en 1995, publica el libro “economía digital: Promesa y peligro en la era de la inteligencia en redes”; su obra proclamó el nacimiento de una nueva realidad económica signada por la inmediatez, la promoción de ambientes de negocios volátiles, globales y competitivos que desencadenarían en un progresivo crecimiento del conocimiento; gracias al valor agregado del trabajo mental.

        La educación financiera en el contexto de una economía digital considera las ventajas que se desprende de ambos constructos manteniendo presente los riesgos inherentes de su funcionalidad. Como característica, resalta el acceso en tiempo real a un mercado global moderador de los sueños profesionales de las generaciones actuales; que favorece las interacciones cliente-instituciones bajo una visión crítica; que en opinión de Pérez (2019) está cambiando  los significados de conceptos como el trabajo, la felicidad, el dinero; su resultado es la reconfiguración ética de la sociedad hacia posturas inclinadas al cuidado del medio ambiente. En consecuencia, irrumpe en el escenario una educación financiera digital como el seudónimo para empoderar de capacidades financieras a las nuevas generaciones cuyas características muestran marcadas diferencias con sus predecesores; los procesos de formación deben enfocarse en el estudio de mercados complejos con sistemas de conexión a escala global que utilizan sistemas monetarios digitales de alta volatilidad, riesgo y poco respaldo que obligan a sus demandantes al manejo de mayor cantidad de información y su seguimiento constante. Ante esta realidad, es fundamental para el ciudadano la creación de un plan de educación financiera que considere los elementos del ecosistema de la economía digital en los cuales se mezclan trabajo digital, identidad virtual, convivencia con robots, mayor inclusión, ciudadanía global, entre otros.

REFERENCIAS

Cárdenas S.; Cuadros P.; Estrada C. y Mejías D. (2020). Determinantes del bienestar financiero. Determinantes para América Latina. Disponible: https://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/1617/Determinantes_del_bienestar_financiero_evidencia_para_Ame%cc%81rica_Latina.pdf?sequence=8&isAllowed=y. [Consulta: 2021, junio 28].

 Comisión Económica para la América Latina (2013). Economía digital para el cambio estructural y la igualdad. Disponible: https://www.cepal.org/es/publicaciones/35408-economia-digital-cambio-estructural-la-igualdad. [Consulta: 2021, junio 24].

López J. (2021). Bienestar financiero y salud financiera. Disponible: https://todosonfinanzas.com/bienestar-financiero-y-salud-financiera/. [Consulta: 2021, junio 30]. 

Mejías D. (2021). ¿Cómo está la inclusión y educación financiera América Latina?. Visiones. Banco de Desarrollo de América Latina. Disponible: https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/05/como-estan-la-inclusion-y-educacion-financiera-en-america-latina/. [Consulta: 2021, junio 20].

Organización de las Naciones Unidas (2019). Informe sobre economía digital 2019. Creación y captura de valor: repercusión para los países en desarrollo. Disponible: https://unctad.org/system/files/official-document/der2019_es.pdf.  [Consulta: 2021, junio 28].

Pérez A. (2019). Hacia una nueva educación financiera. Disponible: https://www.bbva.com/es/hacia-una-nueva-educacion-financiera/. [Consulta: 2021, junio 30].




domingo, 4 de julio de 2021

 

LA NUEVA VISIÓN DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA EN EL CONTEXTO DE UNA ECONOMÍA DIGITAL

Por Rafael Antonio García G.

        Desde la perspectiva personal, hoy más que antes, son mayores las responsabilidades de los ciudadanos en la toma de decisiones relacionadas con el uso de su dinero, teniendo en cuenta que los recursos financieros son esenciales para mejorar su calidad de vida; cumplir satisfactoriamente con actividades como la compra de alimentos y servicio, la adquisición de una casa o vehículo, disponer para disfrutar unas vacaciones, la cobertura de gastos médicos, crear un fondo para el emprendimiento o el retiro de la actividad laboral; solo por nombrar algunas, dependen de la correcta administración de los ingresos; dicho aprendizaje sólo se obtiene a través de procesos de educación financiera personal. Este tema lo tratamos en un post anterior, pero quiero en esta oportunidad ampliar las argumentaciones ya que es fundamental administrar eficientemente las finanzas personales por sus implicaciones a nivel individual, familiar, psicológico, conductual y social; incluso se ha considerado determinante en el comportamiento de la economía mundial. Definiremos educación financiera, tomando la publicada por la Organización para la Cooperación Económica (citado en López, 2021) en sus recomendaciones para el año 2020, que señala: “es la combinación de conciencia, conocimientos, competencias, actitudes y comportamientos necesarios para adoptar buenas decisiones financieras y, en último término, alcanzar el bienestar financiero individual”; aspecto que luego resumen Rhybe y Kelly (citado en Cárdenas y col., 2020) señalando que constituyen el conjunto de capacidades financieras necesarias para tomas buenas decisiones y alcanzar el bienestar financiero.

En opinión de Mejías (2021), “una ciudadanía mejor educada en temas económicos y financieros no solo puede contribuir al mejor funcionamiento de la economía, sino también a que las políticas públicas sean más efectivas. Al empoderar a las personas para que tomen decisiones más informadas, se incrementa la probabilidad de que dichas decisiones sean mejores”; además, permite a los ciudadanos la comprensión y uso de la terminología especializadas, la realización de cálculos esenciales para sus principales operaciones, el manejo de información para contratar productos y servicios financieros; así como también, evaluar detalladamente las necesidades de compra para minimizar sus efectos compulsivos. La educación financiera es un catalizador que mejora la inclusión financiera por lo que se aminoran sus efectos sobre indicadores como la pobreza y la expansión de las operaciones financieras internas; teniendo ambos factores incidencias en la desigualdad social y la estabilidad económica. Los procesos de educación financiera introducidos en cada etapa de desarrollo cognitivo de las personas; en opinión de García (2020) “ayuda a los niños a comprender el valor del dinero y la necesidad del ahorro, a los jóvenes a prepararse para su independencia mediante la adquisición de activos, y a los adultos a seleccionar adecuadamente sus inversiones teniendo en cuenta los niveles de riesgo; así como también, la planificación de su retiro o jubilación”. 

El advenimiento de la economía digital caracterizada por progresos continuos en las tecnologías de información y comunicación (TICs); así como los avances en inteligencia artificial y la internet de las cosas ofrecen nuevos retos a los procesos de educación financiera; asimismo, las tecnologías disruptivas: mejoran las oportunidades para la interacción entre cliente-instituciones, aumentan las  operaciones financieras a través de distintos dispositivos, favorecen la inclusión de la población, se crean nuevos negocios y emprendimientos, aumenta el acceso a la información entre otras ventajas. En opinión de la Comisión Económica para la América Latina (2013), la economía digital es “un facilitador cuyo desarrollo y despliegue se produce en un ecosistema caracterizado por la creciente y acelerada convergencia entre diversas tecnologías, que se concreta en redes de comunicación (redes y servicios, redes fijas-móviles), equipos de hardware (móviles multimedia 3G y 4G), servicios de procesamiento (computación en la nube) y tecnologías web (Web 2.0)”. Por su parte, Bukht y Heeks (citado en ONU, 2019), expresan que la economía digital “es parte de la producción económica deriva exclusiva y primordialmente de las tecnología digitales con un modelo de negocios basados en bienes o servicios digitales”. El término se atribuye a Don Taspcott quien en 1995, publica el libro “economía digital: Promesa y peligro en la era de la inteligencia en redes”; su obra proclamó el nacimiento de una nueva realidad económica signada por la inmediatez, la promoción de ambientes de negocios volátiles, globales y competitivos que desencadenarían en un progresivo crecimiento del conocimiento; gracias al valor agregado del trabajo mental.

La educación financiera en el contexto de una economía digital considera las ventajas que se desprende de ambos constructos manteniendo presente los riesgos inherentes de su funcionalidad. Como característica, resalta el acceso en tiempo real a un mercado global moderador de los sueños profesionales de las generaciones actuales; pero que a la vez, favorece las interacciones cliente-instituciones bajo una visión crítica; que en opinión de Pérez (2019) está cambiando  los significados de conceptos como el trabajo, la felicidad, el dinero; su resultado es la reconfiguración ética de la sociedad hacia posturas inclinadas al cuidado del medio ambiente. En consecuencia, irrumpe en el escenario una educación financiera digital como el seudónimo para empoderar de capacidades financieras a las nuevas generaciones cuyas características muestran marcadas diferencias con sus predecesores; los procesos de formación deben enfocarse en el estudio de mercados complejos con sistemas de conexión a escala global que utilizan sistemas monetarios digitales de alta volatilidad, riesgo y poco respaldo que obligan a sus demandantes al manejo de mayor cantidad de información y su seguimiento constante. Ante esta realidad, es fundamental para el ciudadano el desarrollo de un plan de educación financiera que considere los elementos que se agregan como resultado de la economía digital en ecosistemas que mezclan trabajo digital, identidad virtual, convivencia con robots, mayor inclusión, ciudadanía global entre otros.

 

REFERENCIAS

Cárdenas S.; Cuadros P.; Estrada C. y Mejías D. (2020). Determinantes del bienestar financiero. Determinantes para América Latina. Disponible: https://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/1617/Determinantes_del_bienestar_financiero_evidencia_para_Ame%cc%81rica_Latina.pdf?sequence=8&isAllowed=y. [Consulta: 2021, junio 28].

 

Comisión Económica para la América Latina (2013). Economía digital para el cambio estructural y la igualdad. Disponible: https://www.cepal.org/es/publicaciones/35408-economia-digital-cambio-estructural-la-igualdad. [Consulta: 2021, junio 24].

 

García R. (2020). Estrategias para el desarrollo de competencias financieras personales. Trabajo de investigación no publicado.  Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), Barinas. 115 pp.

 

López J. (2021). Bienestar financiero y salud financiera. Disponible: https://todosonfinanzas.com/bienestar-financiero-y-salud-financiera/. [Consulta: 2021, junio 30]

 

 Mejías D. (2021). ¿Cómo está la inclusión y educación financiera América Latina?. Visiones. Banco de Desarrollo de América Latina. Disponible: https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/05/como-estan-la-inclusion-y-educacion-financiera-en-america-latina/. [Consulta: 2021, junio 20].

 

Organización de las Naciones Unidas (2019). Informe sobre economía digital 2019. Creación y captura de valor: repercusión para los países en desarrollo. Disponible: https://unctad.org/system/files/official-document/der2019_es.pdf.  [Consulta: 2021, junio 28].

 

Pérez A. (2019). Hacia una nueva educación financiera. Disponible: https://www.bbva.com/es/hacia-una-nueva-educacion-financiera/. [Consulta: 2021, junio 30].

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