CUMBRE
DE CAMBIO CLIMÁTICO DE PARIS
Por:
Rafael García
Recientemente pudimos
seguir por los medios de comunicación el desarrollo y posterior declaración de
la llamada Cumbre del Cambio Climático de Paris o COP21, en el cual 195 países se
comprometieron a cumplir nuevos acuerdos para reducir las emisiones que han
provocado el efecto invernadero, reflejándose esto en un incremento en la
temperatura del planeta y la causa de múltiples fenómenos naturales a la cual
se atribuyen importantes pérdidas materiales y humanas que cada vez se repiten
con mayor intensidad.

Este
constituye el primer acuerdo global para el rescate de nuestro planeta tierra
con metas a largo plazo, iniciado con la reducción de 2 grados centígrados en
la temperatura para finales del presente siglo con respecto a la época
preindustrial, mediante el compromiso de los países especialmente los
industrializados de reducir sus emisiones generadas por el uso de combustibles
fósiles. Además, de conformar un fondo
de inversión de aproximadamente 100 millones de dólares para el 2.020 para
cubrir las adaptaciones de los países con menos recursos a las nuevas
tecnologías de bajas emisiones. Todo esto sucede en un clima de acuerdos pero
que deja más incógnitas que soluciones.
Por
una parte, sentencia el incumplimiento del protocolo de Kyoto de 1997 en cual
se fijaban metas a los países industrializados para sus emisiones de gases y
creó mecanismos innovadores para cumplirlas, ya para 2007, 197 países habían
ratificado este acuerdo que se inició con la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas de 1992.La cumbre del COP21
deja sin efectos estos acuerdos anteriores. Asimismo, los países desarrollados
abandonan sus responsabilidades por los desastres naturales que en distintas
partes del planeta se atribuyen al uso desmedido de la industrialización con
altos niveles de contaminación. Resaltan las críticas de personajes como James
Hansen cuando señala "No hay acciones, solo promesas. En la medida
que el combustible fósil sea el más barato, se seguirá quemando”. No existe en
el acuerdo, los mecanismos de transición hacia el uso de otras fuentes de
energía menos contaminantes, por lo que continuar con el petróleo y el carbón
como fuente principal de energía, en seguir haciendo lo que hasta ahora y esperar
resultados distintos.
Pero
es notable que en para esta cumbre ya exista la manifestación expresa de tantos
países porque se realicen cambios encaminados a salvar el planeta de un
calentamiento global eminente; es necesaria la rectificación que solo es
posible con la reducción de las emisiones de gases causantes del efecto
invernadero, a través del uso de nuevas formas de energía y la voluntad
política de motorice los procesos de conversión. Sin embargo, debemos entender
que estamos en deuda con el planeta, son necesarias medidas integrales que
sumen la reducción de la tala de bosques, la eliminación de la minería furtiva,
el uso poco eficiente de los sistemas de riego que destruyen los mantos
acuíferos, mejorar el tratamiento de las aguas servidas entre otros aspectos,
que garantizarían mejorar nuestra calidad de vida y seguir disfrutando las
bellezas del planeta para las generaciones futuras.
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